El cambio climático no es un fenómeno aislado que sólo incide en ciertos lugares del planeta. Sus efectos colaterales son sólo el principio de una cadena de consecuencias que están estrechamente relacionadas entre sí, y que no sólo impactan en el calentamiento global sino en importantes repercusiones en la salud de los ecosistemas de todo el mundo.

En la actualidad, se sabe que los gases de efecto invernadero son los principales responsables del Cambio Climático. Teniendo al CO2 como el más perjudicial de estos, actualmente la mayoría de actividades humanas existentes tienen por consecuencia la emisión de enormes cantidades de Dióxido de Carbono, y su impacto se puede percibir en miles de hechos que a nivel mundial ya son notables y en muchos casos irreversibles.

Tan solo para contextualizar la velocidad de su avance: A pesar del freno a diversas actividades humanas que implicó la crisis por COVID19, la temperatura promedio en la superficie terrestre incrementó en 1.06 oC y 1.26 oC entre 2017 y 2021.

Otro tema muy importante de mencionar, es que, aunque los datos son claros y en la mayoría de casos abrumadores. Existe aún poca seriedad por parte de organismos gubernamentales para tomar con determinación el problema y avanzar de manera frontal en el combate contra el cambio climático.

¿Qué podemos hacer las personas para luchar contra el cambio climático?

A pesar de que la mayor responsabilidad sobre el control y regresión del calentamiento global recae particularmente en los gobiernos alrededor del mundo, y que en términos efectivos su acción no ha sido hasta la fecha suficiente, el papel de las personas tiene una importancia altamente relevante en el combate de la crisis climática.

La concientización de las personas respecto al cambio climático contribuye en gran medida a crear y fortalecer en todo el mundo la conciencia colectiva sobre la urgencia de tomar medidas de colaboración, adoptar hábitos ambientalmente responsables, conocer el impacto ambiental de las actividades individuales y eventualmente, financiar causas enfocadas en reducir su daño ecológico.

La colaboración de las personas cuya conciencia ambiental se encuentra actualmente al tanto de la gravedad de la crisis climática, enfrenta actualmente dos retos importantes:

• El pensamiento individual que a nivel colectivo considera injusta su contribución, respecto a otros quienes no lo hacen o lo hacen en menor medida. Especialmente frente a la perspectiva de que las organizaciones gubernamentales y privadas no asumen sus obligaciones al frente de la crisis.
• La percepción de que no existe una organización real que asuma el liderazgo de las acciones proambientales a realizar, y que contribuya aportando conocimientos y datos útiles que permitan a las personas abrazar el compromiso con la solución de los problemas climáticos.

NatCoin, una solución para usuarios con compromiso medioambiental.

En el contexto de ser una empresa con 20 años de compromiso ambiental y una amplia experiencia ofreciendo a nuestros clientes soluciones de desarrollo sostenible y ecológicamente responsable. En ASES creamos una iniciativa pensada en ofrecer las mismas alternativas ambientales que hemos llevado durante años a nivel empresarial, pero pensada en personas cuya conciencia ambientalmente responsable con el planeta, tiene la necesidad de ir más allá de la simple adopción de hábitos.

Valiéndonos de la tecnología Blockchain, desarrollamos NatCoin, una criptomoneda operada desde la smart chain Binance, como un medio descentralizado para realizar transacciones financieras y formar parte activa de acciones que contrarresten el cambio climático. El nombre de nuestro proyecto es Nat5.

La manera de cómo llegamos a NatCoin como una solución eficiente a las necesidades de las personas por empoderarse en el combate al cambio climático es una historia larga y apasionante de la que todavía tenemos mucho qué conversar.